• Si se ensucia, primero elimina la suciedad o el polvo con un paño seco o ligeramente humedecido. Deja secar de forma natural sin exposición directa al sol. Finalmente, puedes aplicar una crema para cuero de buena calidad con un paño seco y limpio.
• Si se moja, nunca uses fuentes de calor directo sobre el producto. Lo ideal es dejarlo secar a temperatura ambiente o secarlo suavemente con un trapo de algodón limpio, y una vez seco hidratarlo con un algún producto específico para el cuero.
• Si se seca, hidrátalo con un producto específico, como un acondicionador de cuero, aplicándolo con suaves movimientos circulares y siempre usando un paño seco y limpio. Lo aconsejable es hacerlo una o dos veces al año. Ten en cuenta que este proceso puede oscurecer el color de la piel temporalmente. Una vez aplicado a todo el producto déjalo secar a temperatura ambiente de 12 a 24 horas antes de utilizarlo de nuevo.
• Si no lo vas a usar en un tiempo, utiliza la funda protectora de tela que acompaña a alguno de nuestros productos para guardarlo y protegerlo del polvo y de la exposición directa al sol. Además, sería conveniente que lo rellenes con papel de periódico o de cebolla e intentes no poner peso encima para evitar deformaciones.
• Si se ensucia, primero elimina la suciedad o el polvo con un paño seco o ligeramente humedecido. Deja secar de forma natural sin exposición directa al sol. Finalmente, puedes aplicar un poco de agua y jabón con un paño o una esponja ligeramente humedecida y dejar secar de forma natural.